El nuevo logotipo se complementó con un imaginario gráfico compuesto por formas geométricas básicas; círculos, cuadrados y triángulos, y una paleta de colores primaria; azul, rojo amarillo y verde, sistema visual que simboliza los juegos didácticos que usan los usuarios de la organización para hacer sus rutinas de aprendizaje. Este nuevo mundo visual, añadiendo además nuevas tipografías, ilustraciones, iconos, infografías y fotografías se volcó en todos sus soportes gráficos físicos y digitales.
La revisión del logotipo de la organización fue un trabajo de equilibrio entre el respeto por su simbología primigenia creada por el fundador de la organización, un símbolo en forma de aro discontínuo con dos particiones que representan la desconexión, la rotura cerebral que se produce en las personas con discapacidades. Y la renovación de sus formas y colores para conseguir una representación gráfica de la marca que fuese más actual, flexible y escalable capaz de funcionar en entornos sobre todo digitales.