El 30 de noviembre se celebra El Día del Influencer para reconocer a todas aquellas personas que inspiran a otras gracias a sus contenidos. Aunque la celebración de este día es muy reciente, la fecha se remonta al 30 de noviembre de 2016, realmente la figura del influencer no es tan nueva. Los que llevamos años trabajando en este sector ya “usábamos” famosos en el siglo pasado para promocionar productos, empresas o incluso campañas. Sin embargo, tras la irrupción de las RRSS han aparecido los llamados “influencers digitales”. Es decir, personas como cualquiera de nosotros, que han logrado consolidar una audiencia importante, gracias al contenido que comparten en sus redes sociales o su blog y a las que el público puede acceder fácilmente.
Influencer es un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras. Por supuesto, no es una palabra aceptada por la RAE que como alternativa propone el término influyente.
Sobre el poder su influencia y de los nuevos términos en boga como micro o nanoinfluencers, se han escrito ríos de tinta. Por ejemplo, recordamos el caso Ariana Renee, la influencer con más de 2,5 millones de seguidores y que no fue capaz de vender 36 camisetas para lanzar su propia marca. Otra influencer, @kissmyelite, comentaba sobre este caso: “enfocaos en fidelizar de verdad y no en el número de seguidores porque la mayoría no os va a comprar nada».
Según el informe El estado del Marketing de Influencia solo el 40% de los creadores de contenido activos en todo el mundo está libre de distintas formas de fraude, como la compra de seguidores o los comentarios pagados. Una investigación realizada por la compañía Kaspersky, explica que un 74% de los españoles afirman que interactúan con los influencers a los que siguen. Y sobre todo comentando sus publicaciones (46%) y reaccionando a sus publicaciones o historias (40%). El mismo porcentaje dice que aprende de los influencers en temas como salud, aficiones, noticias o estilo. Y un 45% señala que los influencers les proporcionan una vía de escape de la realidad y de los problemas cotidianos.
Por tanto, ¿es la panacea de la comunicación o una mentira? Pues ni una cosa ni otra. Sabemos por experiencia que implementar influencer marketing es eficaz. Pensemos en el poder de prescripción, por ejemplo, de los gamers. Pero lógicamente los influencers deben estar dentro de una estrategia de comunicación más amplia. Y por supuesto, tener claro el objetivo de la campaña y compartirlo con el influencer, analizar previamente su comunidad y lo que nos puede aportar, etc.
En definitiva, son una parte importante de la comunicación de nuestros clientes y su trabajo nos aporta en los objetivos marcados. Es un must en la estrategia de comunicación. Así, trabajamos juntos y queremos desearles un feliz #DíadelInfluencer
Silvia Peñalver
Directora de Quum PR
