Estamos en una situación de alta incertidumbre. Un virus ha llegado en forma de pandemia para encerrarnos en casa junto con nuestras familias durante un plazo indefinido que nadie es capaz de estimar.
El Covid-19 nos está obligando a descubrir una nueva manera de trabajar, de relacionarnos y de organizarnos que sin duda marcará para siempre la manera en la que lo hagamos en el futuro. Muchos se preguntan cuándo volveremos a estar como siempre, pero es más que probable que la respuesta sea nunca. Y no hemos de tomarlo como algo negativo: el cambio es la única constante cierta y se hace más evidente en situaciones críticas como la actual.
Afortunadamente, nosotros trabajamos en un sector que está en constante adaptación. Vivimos intensamente apegados al mercado, a la vanguardia, a las nuevas tecnologías, a los cambios sociales y las nuevas formas de consumo, y eso nos obliga a una actualización diaria. Aún así, es verdad que nadie está acostumbrado a convivir con el aislamiento y la pérdida de libertad de movimiento.
Las crisis son momentos de oportunidad. Pero no pervirtamos el concepto de oportunidad pensando en cómo aprovecharse del débil. No se trata de comprar miles de mascarillas y geles desinfectantes para desabastecer una población y enriquecerse vilmente a costa del miedo social. No. Hablamos de la oportunidad de volver al origen y entender de nuevo el propósito de nuestro negocio y cómo podemos contribuir a la sociedad con el desarrollo del mismo.
En este momento, más allá de los valores de cada compañía, hemos de mantener la calma, ser responsables con la situación y esperar que podamos todos superar este momento de la mejor manera posible, pensando con amplitud de miras y teniendo en cuenta no sólo los intereses personales, sino los de la empresa y la sociedad. Hemos de trabajar en buscar soluciones eficientes y consensuadas para asegurar la continuidad del proyecto empresarial, el sector, los trabajadores y los proveedores. Esta situación necesita soluciones coordinadas y colectivas, el sacrificio y la generosidad de todos.
Todo el equipo de Quum sigue trabajando con la misma energía, compromiso e ilusión que siempre y confiando plenamente en la responsabilidad de todos para superar esta situación lo antes y lo mejor posible. Los móviles arden y las pantallas se multiplican: la tecnología está de nuestro lado. Porque eso sí, #yomequedoencasa.
